domingo, 17 de octubre de 2010

ELENA


__-Pues pasé por ahí, para mirar unos discos para mi sobrino, y lo tenían puesto, en la entrada, ¿sabes?. Y se veía de puto culo, tío... No sé qué era... Una serie... Pero, cojones, yo tengo una tele de tubo, más vieja que Dios, y eso mismo se ve de putísima madre... Allí parecía que lo habían grabado con una videocámara... Una mierda, hazme caso, el bluray es una mierda acojonante.
__Y se calló.
__Roberto meneó un poco el arroz y aprovechó el silencio para mirar alrededor. Un centenar de presos disfrutaba del menú: pollo, puré, arroz y salsa de tomate, cocinado por la empresa de turno, dirigida por el amigo de turno del político de turno.
__Un asco. Pero podría ser peor, pensó.
__La cárcel no parecía ese lugar sórdido y peligroso que le habían contado. Llevaba una semana encerrado en Burlington County y nadie había intentado romperle en culo en la ducha. Casi todos estaban ahí por robo y, aunque sabía que había asesinos y gente poco recomendable, parecían tenerlos en otro lado.
__Su abogado, de oficio, dijo que estaba intentando negociar una salida digna; que lo sacaría de ahí en breve. Pero Roberto sabía que, sin pagar la fianza, la cosa estaba difícil.
__-Rober...
__-¿Qué?
__-¿No vas a comer?
__-No tengo... apetito... ¿Lo quieres?
__-Claro, coño... Comida gratis.
__Robertó le pasó el plato. No sabía su nombre... Fred, Roger... No estaba seguro.
__-Cómo se nota que no has pasado hambre. Yo he removido basura para comer, tío. O sea, ni tan mal... Te vas al callejón del Frenchtown Inn... o al del Marcello´s... y alucinas.
__-No... No los conozco.
__-Tío, pues los pijos tiran comida de primera. De hecho, he comido mejor en esos contenedores que en el puto McDonald´s...
__-Eso no me extraña...
__-No eres de por aquí, ¿eh?
__-Me trincaron aquí, sin más...
__-¿Atraco?
__Roberto suspiró. Comprendió que había llegado la hora de contar su historia.
__Pero no pudo ser. Un agente se acercó a ellos y señaló a Roberto.
__-Tú, tienes visita...
__Eso no era posible.
__-Levanta, cojones. Y sigue al agente Stevens.
__Y Roberto, tras despedirse de su amigo, siguió al agente Stevens, al que no había visto en la vida, hasta un salita situada en la planta baja. Se sentó en una silla y posó las manos sobre la mesa.
__La puerta se abrió acto seguido. Un tipo de unos cincuenta años, canoso, gordo y con gafas de diseño, sonrió y se sentó en la otra silla. Le ofreció su mano, en silencio.
__Roberto se la estrechó.
__-Roberto... Encantado de conocerle. Mi nombre es José Javier Echeverrya.
__-Eh... Encantado.
__-Soy abogado.
__-Pero...
__-Soy abogado del Señor Don Ramiro Julián de Arana y Moretti.
__-Don Julián...
__-Eso es –dijo sonriendo-, Don Julián.
__-Gracias a Dios... No sabe usted al imbécil que estos hijos de puta me han asignado... Por fin un picapleitos de verdad, hostias...
__-No nos precipitemos... Roberto...
__-Entiendo... Sé que la fianza impuesta es... Es mucho dinero, pero dígale a Don Julián que lo devolveré todo, con intereses, que...
__-Usted conoce a Don Julián... No tolera los errores.
__-Lo sé, lo sé...
__-Y usted... En fin, digámoslo así: usted ha dejado de serle útil.
__-¿Y qué...?, ¿va a dejar que me pudra aquí?
__-No, por supuesto. El gobierno... Todos los gobiernos –matizó- se muestran dispuestos a negociar a cambio de información. Nosotros lo sabemos, usted lo sabe... Y no nos parece usted una persona fiable. Es más, no nos importa si lo es, no sé si me explico... No nos merece la pena sacarlo de aquí siquiera.
__-¿Qué cojones está usted diciendo?
__-Que necesitamos que desaparezca. Lo necesitamos muerto.
__-¿Me van a... matar? –preguntó Roberto, casi sonriendo.
__-No... Usted ya ha podido comprobar que estos centros... no son lo que eran. Tenía que haber estado aquí hace veinte años. A estas horas no le quedaría un diente.
__Se detuvo y asintió, satisfecho con su última frase probablemente. Acto seguido, miro fijamente a Roberto.
__-Va a hacerlo usted –dijo.
__-¿El qué?
__El abogado sonrió. Abrió su carpeta y, sujetándose las gafas con su mano izquierda recuperó un documento.
__-Elena.
__-¿Qué?
__-La tenemos localizada.
__-¿A quién?
__-A su hermana.
__Roberto palideció.
__-Tiene usted dos opciones: o desaparece del mapa, antes del juicio... O su hermana recibirá una paliza, será violada y asesinada. Es probable que lo grabemos... para que pueda usted disfrutar del espectáculo antes de morir... Porque -sonrió, mostrando una perfecta dentadura-... de eso no se libra...
__-¿Me está usted diciendo que...? Vamos, no me jodas, hijoputa... ¡Todo esto está siendo grabado, imbécil! –gritó Roberto, señalando la puerta, la pared...
__-Mi representado tiene contactos en todo el mundo. Si me permito hablar en estos términos es porque me he asegurado de antemano: esta conversación nunca ha tenido lugar.
__Roberto se levantó.
__La puerta se abrió.
__El agente Stevens asomó su cara de perro. Y su porra.
__-No pasa nada, Charlie –dijo el abogado, sin girarse siquiera.
__Roberto se sentó de nuevo y dejó que su cabeza cayera sobre la mesa.
__-Si me permite el comentario –dijo el abogado-, preferiría que no hiciera usted nada. Hay más gente como usted, que tendré que visitar durante los próximos meses... Y estas charlas siempre funcionan mejor con un par de ejemplos consumados, ¿me entiende? Estaría bien poder mostrar, de forma gráfica, a esa gente, qué les pasará a sus amigos o familiares si no colaboran... Pero, por lo que sé, usted quiere a su hermana... y entiendo perfectamente que quiera librarla de un sufrimiento totalmente innecesario.
__Roberto empezó a llorar.
__-No lloré, hombre –dijo el abogado, mientras recogía sus cosas-, piense en... No sé, la verdad...
__Roberto lo miró.
__-Buenas tardes, Roberto. Y recuerde –añadió-,no diga nada a nadie. Simplemente, tenga un desafortunado accidente.
__Y salió.
__El agente Stevens se acercó a Roberto. Éste se levantó y lo siguió.
__-¿Dónde me lleva?
__-Traslado. A la zona sucia.
__-¿Por qué?
__-Se acabaron las vacaciones, amigo.
__Caminaron por un pasillo durante un rato. Cruzaron un par de puertas de seguridad, el agente firmó algo, y un par de funcionarios instalaron a Roberto en una celda horrible, con una litera y un váter.
__Roberto pensó en matar a Don Julián.
__Roberto pensó en Elena.


Puedes descargar el vídeo aquí.

1 comentario:

Curly dijo...

Es muy interesante tu web.

Muy interesante...