viernes, 9 de abril de 2010

JONETONES


___Jones despertó de golpe. Nadie alrededor...
___Una mesa y dos sillas, típico.
___Estaba helado y le dolía la cabeza, sobre todo si miraba hacia arriba, hacia la luz. Se levantó y se miró al espejo. Sabía que alguien, al otro lado, estaba observándole y pensó en decir o hacer algo pero, en lugar de eso, se fijó en las marcas de las muñecas, prueba clara de que había estado esposado.
___El mismo día en que cumplió quince años, robó unas revistas en el centro comercial junto a su primo Sammy y fueron detenidos. A modo de escarmiento, y dado que fue imposible localizar a sus padres, lo llevaron a comisaría. Su madre, que fallecería tres semanas más tarde, le preguntó desde la cama del hospital si esa experiencia le había servido para algo. En ese momento no supo qué contestar.
___Ahora lo tenía claro.
___Le servía para saber que el lugar en el que se encontraba recluido no era una comisaría.
___Acarició la pared y sintió una brisa. Las luces y el aire acondicionado hacían de despertador, pensó, y se dirigió hacia la puerta sin manilla que volvía el lugar un poco menos metálico.
___Escuchó un chasquido, arriba.
___-Siéntese, por favor. Será atendido en unos segundos.
___-¿Por qué estoy aquí?, ¿oiga...?
___Pero nadie contestó.
___Jones se sentó, apoyó sus codos sobre la mesa y se frotó las manos. Le era imposible recordar cómo había llegado ahí; su último recuerdo era para
Susan Winks: la chica a la que siempre se había querido follar. Pero eran demasiado amigos para eso. Y ella estaba con el imbécil de Joe... Y la cosa iba para largo. El martes por la tarde la vio en el bar de Fred, junto al supermercado, y la invitó a tomar algo. Tenía la sensación de haber pasado con ella toda la tarde, charlando y riendo, pero era incapaz de recordar nada. No sabría decir si el lugar estaba vacío, qué bebieron o la ropa que llevaba ella. Ni él; aunque, casi seguro, no era ese pijama gris que llevaba mientras pensaba todo eso.
___Cedió el elástico del pantalón y comprobó que no llevaba calzoncillos.
___-¿Qué haces, hijo?
___Había un hombre, trajeado, de unos cincuenta, sentado frente a él, leyendo algo en su portátil.
___Jones se levantó, algo inquieto.
___-Tanquilo, siéntate y terminemos cuanto antes.
___-No... No le he oído entrar.
___-Eso es por las drogas. Siéntate, anda, que estás muy débil...
___Jones se sentó.
___-La mierda que te hemos metido es un milagro de la ciencia, chaval. Ni siquiera estás nervioso, ¿verdad?
___Era cierto. Jones sabía que la situación era para estar aterrado, pero era incapaz de soltar adrenalina, temblar o gritar. Y era eso lo que quería hacer desde que había abierto los ojos.
___-Bueno... Unas veces funciona mejor que otras, como todo... En fin, ¿cómo estás?
___-No recuerdo nada... Yo...
___El hombre asintió, como si supiera qué era lo que Jones trataba de explicar.
___-No puedo contarte gran cosa... Sólo te diré que no vamos a rodar un vídeo snuff, ¿de acuerdo? Es algo que, no sé por qué, preocupa mucho a la gente últimamente... Así que, tranquilo, ¿de acuerdo? Es probable que solucionemos esto en unos minutos y puedas volver a casa... o a intentar follarte a esa guarrilla, ¿eh?- dijo, mostrando una perfecta dentadura.
___-¿Qué guarrilla?- preguntó Jones.
___-Ya sabes, Susan Winks, la zorra que está en la sala de al lado.
___Jones notó la agresividad con la que había dicho eso. Sopesó la posibilidad de saltar y agarrarlo del cuello, pero era incapaz de recabar un gramo de violencia. Cerró los ojos. Tomó aire. Los volvió a abrir.
___-Susan es amiga mía, desde... no sé, desde que éramos críos. Pero, quiero que lo sepa: no tiene nada que ver conmigo, en serio, tienen que dejarla marchar, tiene un bebé, ella...
___-Quieres que la dejemos ir.
___-Sí, por favor.
___-Así que te declaras responsable único.
___-Sí, pero... ¿de qué?
___-No sé, dímelo tú. Por lo general, los individuos en tu situación suplican para que les dejemos marchar, aseguran que no han hecho nada, dicen que son inocentes... pero a ti todo te la suda, ¿eh, campeón?
___-Es que... no...
___-¿Eres inocente... Jonetones?
___-¿Cómo?- preguntó Jones.
___Y se hizo el silencio. Jones se fijó en el ordenador. No parecía estar encendido. Se rascó la barbilla.
___-Oiga, perdone... ¿Cómo me ha llamado?
___-Chico, estoy siendo amable contigo. En serio, tienes suerte... Porque antes era un completo cabronazo... Y seguiría siéndolo, pero hice una apuesta con un compañero... que dice que, con sensibilidad, se consiguen mejores resultados.
___Jones tragó saliva.
___-Pero yo creo que si le sacas el ojo a un hijo de puta –sonrió-, termina contándotelo todo por miedo a perder el otro.
___-"Jonetones" es un nick que usé una vez para... no sé, para algo ilegal... Es verdad. Compré porno, o no sé... use una tarjeta robada para...
___-¿Ves? La violencia, bien dosificada, ayuda. Y eso que aún no te he tocado.
___Jones advirtió que ese traje de Armani escondía unos musculados brazos. Trató de levantarse.
___-¡Siéntate!
___-No he hecho nada... Sólo... Por el amor de Dios, sólo pillé unos vídeos que no valían ni... ¡ni diez dólares!
___-Sí, es lo que pone en tu expediente -dijo mientras leía.
___Jones advirtió la luz de la pantalla. Sí, el ordenador estaba encendido.
___-Porque es verdad.
___-Entonces, ¿qué haces aquí? ¿Nos equivocamos de hombre?
___-Sí, joder, sí... Yo no he hecho nada, se lo estoy dicien...
___-Tu expediente está limpìo, es verdad...
___-Es lo que digo, que no he hecho nada.
___-Pero tú eres un hacker.
___-¿Qué? –preguntó Jones, desconcertado.
___-Digo, que eres capaz de entrar en los sistemas informáticos, en las bases de datos... ya sabes... y dejarlo limpio.
___-¿Qué...? Eso es una chorrada.
___-Claro que, tu expediente no está del todo limpio: estafaste doce pavos, no diez... Y pirateabas la señal del canal porno... y poco más. Te va el porno, ¿eh?
___-Pero...
___-Escucha, escucha... Se me acaba de ocurrir que, si yo tuviese tu habilidad, y quisiera permanecer libre de sospecha tras cometer un terrible crimen... ¿sabes qué haría?
___Jones no entendía nada. Ahora sí, sudaba como un cerdo.
___-¿Sabes que haría, hijo de puta?
___-¿Qué?- preguntó Jones.
___-Lo que tú has hecho. Entrar, borrar los datos que me incrimen... y dejar un par de mierdas, que igual son mentira, quién sabe, para que no se note demasiado la jugada.
___Y sonrió.
___Cerró el portátil. Se levantó y se quitó la chaqueta, dejando al descubierto un arma bajo su axila.
___Jones balbuceó.
___-¿Qué dices, chaval?
___-Quiero un abogado. Y hacer una llamada.
___-¿Crees que soy policía?, ¿o del FBI? No me hagas reír. Aquí las ___cosas funcionan de otra manera... Te voy a matar, ¿entiendes? No tengo que rendirle cuentas a nadie.
___Sacó su arma. Jones pensó en Susan.
___-Vamos por libre, hijo... Sois tantos, que ni siquiera nos planteamos meteros presos... Sois tantos que no tenemos tiempo que perder. Por eso, cuando cogemos a uno como tú, le dedicamos cinco minutos, por si quiere contarnos algo... y luego le pegamos un tiro en la cabeza.
___-¿Es una broma? Porque empiezo a hartarme.
___-Yo también.
___Y disparó a Jones, en medio de la cara, reventándole el ojo derecho y matándolo en el acto.
___Después sacó un cigarro de su pitillera y se lo puso en la boca.
___-No se puede fumar –salió del altavoz.
___Parecía una voz de mujer, pero sabía que no lo era.
___-No voy a fumar, sólo lo tengo en la boca.
___-Mejor. Su supervisor ha salido para allá y... no está precisamente contento.
___Y se abrió la puerta.
___-¿Qué cojones haces? –preguntó, furioso, el supervisor.
___-Mi trabajo.
___-¿Tu trabajo? Bastardo hijo de puta... ¿Quién te crees que eres, el puto Jack Bauer? Mira esto, joder...
___La sangre de Jones, lentamente, se colaba entre las baldosas creando un bonito dibujo.
___El supervisor tocó algo cerca de su oreja y habló en voz alta.
___-Tenemos un paquete. En la sala trece, creo.
___-Es la trece, sí.
___Luego se miró al espejo. Trató de encontrarle un sentido a su vida durante un par de segundos y se giró hacia el pistolero.
___-Me voy a jubilar. Este año... Sé que eres una mierda de agente, pero no tengo tiempo ni ganas de instruir a nadie, así que puede que tú...
___-Cuente conmigo, señor. Para lo que sea.
___El supervisor rió.
___-¿Has creído que iba en serio, anormal? Aquí no se jubila nadie.
___Al agente no le hizo mucha gracia, pero poco podía hacer. El supervisor se acercó a él. Lo cogió del hombro, como si fuera su amigo.
___-Dime una cosa... ¿Por qué tengo a una tía muerta, sin bragas, en la sala de al lado?
___-Eeeh...
___-¿Y éste?, ¿quién cojones es este chico?
___-Jonetones, señor.
___Se miraron.
___-¿Se supone que tengo que alegrarme o algo así?, ¿qué puto nombre es ése?
___-Es un nick, señor, un seudónimo que usan delincuentes para infiltrarse.
___-¿Infiltrarse dónde?
___-Donde sea, en sus cuentas de crédito, en el pentágono, en bancos...
___-¿Y qué?
___-¿Cómo que "y qué"?
___-Joder, mierda... ¿Qué más no da eso?
___-Había entrado en nuestro sistema.
___-¿Qué sistema?, ¿es que te has vuelto loco?
___El agente abrió su portátil y lo encendió.
___-Dime que no te has cargado a un crío por andar jugando a marcianitos –preguntó el supervisor, amargado.
___-No. Este cabrón era una genio del crimen. Fabricaba bombas caseras de potencia nunca antes vista.
___-¿Éste?
___-Sí, éste. ¿No se ha fijado que en Afganistan las tropas estadounidenses son incapaces de poner orden? Éste les dio a los talibanes instrucciones de cómo montar la insurgencia antiamericana. Hacía vídeos y los lanzaba al mundo...
___-Espera... Espera... ¿Se te ha olvidado para quién trabajamos? Todo eso nos da igual... Tenemos que proteger los intereses de nuestros clientes, nada más. Seguir
el puto protoco...
___-Pero, joder, ¿es que no lo entiende? Es un criminal, un asesino, un... Era...
___El supervisor lo miró. El agente abrió un directorio tras otro y encontró lo que estaba buscando.
___-Mire este vídeo. Ha sido difundido de forma masiva. El tipo que va a ver es Jonetones... Eh... Sí, vale... No lo parece porque... porque tiene los dos ojos y... pero... Mire, mire...
___Mientras dos tipos vestidos con batas azules recogían a Jones y lo subían a una carretilla, el supervisor comenzó a ver el vídeo y pensó, seriamente, en tomarse unas vacaciones:


Puedes descargar el vídeo aquí.

Publicado originalmente en Roncando en el Nostromo.

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