miércoles, 7 de abril de 2010

EL POLICÍA


__- No, me cago en Dios, no quiero que me expliques nada...
__- Pero Señor, la vieja...
__- ¡Y no la llames vieja!
__- Perdón. La anciana... ella intentó...
__- Ya sé lo que intento. Todos lo sabemos, joder, ¿es que no te das cuenta? Ha salido en las putas noticias...
__Smith no aguantaba más. Esa gente, ese trabajo... Él pensaba que el cuerpo iba a darle la oportunidad de demostrar de qué material estaba hecho. Poner multas y dirigir el tráfico no era el tipo de vida con el que soñó cuando decidió, a los diez años, ser policía.
__- ¿Y no podemos... no sé... demandarlos? Digo yo que tendré derechos de imagen, ¿no? No pueden llenar sus programas con grabaciones en las que salga una persona que no quiere salir, ¿no?
__- En serio, Smith, ¿crees que voy a cagarla así?
__- No sé... yo...
__- Dios... Prometí a tu viejo que cuidaría de ti, pero es que es una tras otra, ¿lo entiendes? Y esta vez... No estamos hablando de robar material de oficina, o beber estando de servicio... Has agredido a un ciudadano. Me cago en la puta... “Servir y proteger”, ¿te suena de algo eso?
__Smith mo respondió. No sabía qué decir.
__- No puedo seguir cubriéndote, hijo.
__- Me... ¿va a expedientar?
__- No... No creo. Mira, si metiéndote un puro supiera que se iban a arreglar las cosas... Pero yo ya... paso. Que se ocupe otro de ti.
__Smith contuvo las lágrimas. Se prometió a sí mismo no llorar, ni suplicar, ni...
__- ¿Te gusta la playa? -preguntó el capitán, abriendo una carpeta.
__Smith no comprendió la pregunta. El capitán le dirigió una mirada, obligándolo a responder.
__- Sí, bueno... he engordado últimamente, pero... en general...
__- Bien. Una vez te oí en el vestuario que te gustaría follarte a Sonia Mendes, ¿no?
__Enrojeció.
__- Tranquilo, no pasa nada.
__Sonrió. Hacía calor en el despacho.
__- Ella será tu superiora. Es simpática, comprensiva y tiene un culo como para partir nueces... Te tocará patrullar las playas, evitar peleas de surferos y cuidar de las toallas que dejan en la orilla. Habría que ser subnormal profundo para hacerlo mal, ¿no?
__Smith se acordó de su hermano discapacitado.
__- La Mendes, una vez a la semana, se pasa por ahí, a ver qué tal va todo. Le gustan los tíos valientes, agresivos... así que, tú paséate con el quad, que vea que eres el puto amo... y se le caerán las bragas, chavalote.
__Smith suspiro aliviado.
__- Gracias, señor.
__- Tranquilo, no me las des... El favor nos lo haces tú a todos nosotros, largándote a tomar por el culo...
__Smith no sabía cómo tomarse ese comentario. Carraspeo. Y caminó hasta la puerta. Por la cristalera, vio a sus compañeros, sonriendo.
__- Eso sí -dijo el capitán-, no hagas ninguna tontería, ¿eh, figura? Nada de errores. Ni uno. Si me llaman con alguna queja, te juro por mi madre que te hundiré en la mierda.

__Una semana después, Smith se afeitó el bigote y llegó a su destino, saludo a sus nuevos amigos y se relajó. Sonia Mendes, siempre impresionante, lo invito a ir con ella a la playa. Le dio las llaves de un quad y se alegro al saber que nuestro hombre ya había conducido antes un cacharro como ésos.
__- De mayor cilindrada, de hecho.
__Ella le indico que, durante las próximas horas había que patrullar, de punta a punta.
__- Tienes suerte -le dijo-, con este tiempo, está prácticamente vacía.
__- Allá voy, capitana. Le daré mi informe esta tarde.
__- Bien. Estaré vigilándote desde aquí -sonrió ella, seductora, mostrando una videocámara.
__Smith arrancó, se metió en la arena y se dijo a sí mismo, en voz alta:
__- Tu grábame, putita, no me pierdas de vista... que vas a ver como conduce un hombre.

Puedes descargar los vídeos aquí y aquí.

Publicado originalmente en Roncando en el Nostromo y, después, como pirmer capítulo en Dormir Despertar.

No hay comentarios: